Hacer el amor debería ser algo sagrado, porque no hay nada sagrado en la vida corriente, a no ser que hagáis sagrado el amor.
Hacer el amor es algo que hay que atesorar, degustar muy despacio, para que fluya profundamente a vuestro ser y se convierta en una experiencia que os posea de tal manera que dejéis de existir.
Hacer el amor puede convertirse en una energía superior a vuestro alrededor. Puede trascenderos a los dos, de modo que ambos estáis perdidos en él. Pero para eso tendréis que esperar.
Dejad que la energía se acumule y acontezca por su propia cuenta. Poco a poco, cobraréis conciencia cuando llegue el momento. Empezaréis a ver los síntomas y entonces no habrá dificultad.
Si no surge el momento de hacer el amor naturalmente, entonces esperad; no hay prisa. La mente occidental tiene demasiada prisa… incluso mientras está haciendo el amor.
No lo convirtáis en un viaje del ego. Eso también está en la mente occidental; el hombrepiensa que, de algún modo, debe conseguirlo. Si no, no es lo bastante hombre. Eso es una estupidez y una necedad. El amor es algo trascendental. No podéis dirigirlo. Nadie ha podido dirigirlo jamás, y quienes lo han intentado se han perdido de toda su belleza.
Un hombre debería hacer el amor de la misma forma que pinta un cuadro- cuando siente que un vivo deseo llena su corazón- o como un poeta compone poesía, o como un músicotoca música.
Y cuando logréis experimentar el amor de esta forma, sentirás algo de otro mundo. Es laprimera visión del samadhi, es cuando ves por primera vez al ser humano, no el cuerpo. Se olvida el cuerpo, se olvida el mundo. Tanto el hombre como la mujer entran en una nueva dimensión que nunca habían explorado.
Para ver Online:
No hay comentarios:
Publicar un comentario